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Palais Garnier


El reconocido arquitecto Charles Garnier nació en 1825 en París, Francia. Arquitecto francés de estilo Beaux-Arts, fue famoso por ser el creador de la Ópera de París. El Palais Garnier u Ópera Garnier fue un encargo del emperador Napoleón III como parte de su proyecto de reconstrucción de París hacia la modernidad. Para construirla se llevó a cabo un concurso para el mejor diseño en 1860, donde Charles Garnier, se destacó por su propuesta ecléctica. Este proyecto fue considerado uno muy complejo, pues era de gran símbolo representativo del aspecto político y generaba una composición de alto costo, pues referenció elementos históricos. Sin embargo, el Parlamento no estuvo en su mayoría de acuerdo y la comunidad tenía sus opiniones críticas sobre la obra a realizar y su localización significativa.


La Ópera Garnier a primera vista se destaca por ser simétrica y compositivamente atractiva por el sistema constructivo de columnas. Los pórticos en la entrada enmarcan una estética interesante por la inclusión de esculturas y ornamentos de forma exagerada. Se aprecia también en su interior el elemento del domo, que genera una sensación artística y además crea balance en los espacios. Garnier combinó magistralmente los colores y texturas que ofrecen diferentes tipos de mármol y piedras, pórfido, bronce dorado, armazón de hierro y otros materiales. De igual forma, Garnier integra en su diseño una estructura en acero, donde fue muy exitoso debido a que permitió reducir el indicio de que cogiera fuego el edificio.

En general, la estructura se divide en tres partes: la primera sección siendo la de áreas públicas, de encuentro y de acceso hacia el edificio; la segunda sección se ubica en el centro de la planta y la misma se considera el área más importante: el auditorio y posterior a ella, la tarima; por último se encuentra el área donde operan los oficiales administrativos y donde se ubican los servicio técnicos. La Ópera de Garnier se considera como uno de los teatros de ópera más grandes en el mundo debido a que tiene capacidad para 2,200 asientos. Su aspecto interior se destaca por mantener jerarquía en algunos espacios. Los pasillos entrelazados, escaleras, descansillos y nichos de la Ópera de París estaban destinados a ser un espacio de reunión social para la gente, como lo demuestran los pasillos entrelazados, escaleras, descansos y nichos que permiten que grandes grupos de personas se muevan simultáneamente para socializar durante el intermedio de alguna función.


En conclusión, su estilo arquitectónico se destacó por incorporar elementos del estilo neo-gótico y renacentista, basado en los criterios neo-clasicistas. Es de gran admiracion como logra destacar el detalle de forma artistica y de gesto predominante. Por ser el primer teatro localizado en Francia, este fue el elemento clave para el desarrollo de las artes. Su gran contribución marcó un periodo de 160 años y actualmente aún acoge un sinnúmero de obras maestras. En fin, el Palais Garnier logró ser un símbolo de la gloria nacional y siempre ha funcionado como tal a lo largo de la historia.




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